Una tapa, una canción, una forma de vida




Muchos habrán notado que el título de este blog es la traducción de una canción de 1969 perteneciente a King Crimson: 21st Century Schizoid Man.
Y que la imagen que toma el lugar en el que debería estar mi cara es simplemente la tapa del álbum en el que aparece esa canción: In the Court of the Crimson King.
Es un dibujo fascinante. (Aunque también pude haber colocado El Grito, de Munch).
Robert Fripp, el excéntrico guitarrista y líder de la banda, dice que ese rostro que refleja la suma de todos los miedos es The Schizoid Man (o sea, El Hombre Esquizoide). Y he aquí que esta obra de arte bien podría destapar alguna polémica, pues dudo que todo el que es presa del TEP (Trastorno Esquizoide de la Personalidad) gesticule así. Es decir, alguna vez podemos haber puesto esa cara como de quien es perseguido por el diablo o algo parecido, pero no creo que esa expresión nos represente o sea nuestro sello. Si así fuera, viviríamos en un sanatorio, con camisa de fuerza.
Agreguemos que la letra de la canción no habla del esquizoide como hoy se conoce (para una inmejorable presentación de este trastorno, visite el website hispaesquizoide, de Mikel Martínez, cuyo link figura en este blog, a la derecha). Decíamos que la letra de 21st Century Schizoid Man no describe al hombre esquizoide. Sus ambiguas palabras aluden, más bien, a cierto tipo de hombre que vive con las secuelas mentales de una guerra; particularmente, la de Vietnam (recuerden, es 1969 y hay alusiones a las bombas de napalm).
¿Entonces? Sospecho que sucedió algo que incluso sucede en nuestros días: confusión. Mucha gente utiliza el término esquizoide para definir un comportamiento, una conducta, una acción, una reacción o hasta una creación colindante con la esquizofrenia. Creen que esa palabra revela de algo un carácter cercano a la locura (sin ser estrictamente loco). He leído a gente escribiendo de versos esquizoides, melodías esquizoides (¡riffs de guitarra esquizoides!) en referencia a obras literarias o musicales delirantes, enloquecidas. Es como si quisieran adornar sus textos utilizando una palabra que no conocen bien, pero que piensan que significa "loco", "extravagante", "demencial" o vaya uno a saber qué más. Y yo me río interiormente ante esas pinceladas de ignorancia con pose intelectual.
Es más, la canción de King Crimson no suena bien como para que podamos adoptarla como himno. No es melancólica, no connota soledad, desolación, abandono... no tiene ese tinte gris que podría embellecer una melodía que se precie de representar el sentimiento esquizoide. Es más bien un tema rabioso, visceral, de una crudeza conmovedora. Pero más adelante, en el mismo álbum, hay una canción que sí pudo ser la banda sonora del sentir esquizoide. Pero la letra va de otra cosa. Hablo de Epitaph y sí está llena de todos esos ingredientes mencionados líneas arriba.
Entonces, se preguntarán, por qué he colocado esa imagen en el perfil si no representa (estrictamente) al hombre esquizoide... bueno, no negarán que es una expresión humana intensa, definitiva, de no retorno. Y cada quién puede encontrarle alguna propia identificación. Podría ser, tal vez, el rostro que congele en el tiempo nuestro temor a convertirnos en gente "normal".
Para terminar, solo decir que el autor del dibujo se llamaba Barry Godber. Fue el único que hizo, pues murió en 1970, de un ataque al corazón, a los 24 años, poco después de que el álbum apareciera en los escaparates de las tiendas de discos.
En todo caso, este es nuestro sencillo homenaje a una de las tapas de discos más impactantes en la historia de la música. Y, sin duda alguna, mi favorita.

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