El hombre misterioso


Dentro de la gama de efectos que uno puede causar en otras personas figuran algunos que uno jamás hubiese pensado. Como esquizoide, me era común proyectar una imagen ausente, etérea. Me han confundido con un tímido, sé que he aburrido a ocasionales interlocutores (y me he aburrido con ellos; dame que te doy). He provocado un poco de miedo (esto me sorprendió) y capaz que desconfianza. Me han dicho autista, antisocial, loco... me han tachado de oscuro y en extremo serio. Me clavaron el letrero de mudo. Y, en efecto, puedo ser mucho o poco de todo eso.

Pero, al igual que sucede con el asunto del miedo que he podido generar en algunos, tampoco pensé que poseía un aura de misterio. Al menos en un principio. 

He estado recordando algunos episodios de mi vida laboral y, al hacerlo, me vinieron a la mente unas cuantas situaciones que me dieron a entender que yo, aparte de todo lo que sabía que era, pues también era, de algún modo, un hombre misterioso.

Una tarde, mi jefa me dijo, sonriente y picante: Todas quieren develar tu misterio. Como de costumbre, no respondí. Solo atiné a mostrarle una media sonrisa. Ni siquiera me dio curiosidad después. ¿Quiénes eran todas? ¿Y de qué misterio me habla?

Un tiempo después, el editor me vio salir de la oficina y dijo mi nombre, luego de lo cual añadió: el hombre misterioso de la sección.

Y estuvo aquella muchacha, una de las pocas chicas con las que tuve una relación amorosa, y que era fotógrafa en el diario. Me confesó que una de las cosas que la atrajeron de mí era el misterio que yo proyectaba. Otra vez me preguntaba, ¿de qué misterio me habla?

Y supongo que sí. Ya luego, tiempo después, y mirando lo que pasó con las pocas chicas con las que me relacioné afectivamente, puedo deducir que tal vez eso que llamaban misterio fue lo que las condujo a querer algo conmigo. Tan cierto como que, poco después, ese misterio se desvaneció y aquellas relaciones murieron como estaba previsto. Es lógico pensar que, una vez que supieron lo que yo era, echaron a volar.

Y lo que yo era no tenía nada de misterio. Era solo un tipo oscuro, ensimismado, callado, huidizo; entonces ellas se fueron. Y lo que al comienzo fue doloroso, después fue un alivio para mí. 

Ahora solo me río (por decir algo). Me divierte (por decir algo, parte 2) saber que todos ellos estaban engañados por una imagen que disparaba mi condición de esquizoide —por entonces desconocida por mí mismo— y que les hizo formarse una idea equivocada de quién era yo. De misterioso nada. Creo que alguien misterioso es quien esconde deliberadamente algo, con motivos subrepticios y con la finalidad de lograr cosas. Creo que hay un elemento de intencionalidad en ello: algo furtivo.

Es curioso cómo el ser humano puede ser despistado con gestos y señales que significan algo que no es. Para ellos, fui el hombre misterioso de la sección. Y yo que solo era una sombra tocada por una condición que casi nadie conoce y a la que a casi nadie le importa.

Comentarios

  1. Imagino que esas relaciones fracasaron porque intuyeron cuán complicado era desvelar el misterio, no porque creyeran que no existe, o que el misterio fuera distinto a lo esperado (la condición de esquizoide, por ejemplo). Ya que mencionaste que te gusta Borges en uno de los comentarios, imagino que apreciarás la belleza de sus laberintos (con eso incluyo todos sus cuentos), mas, aún así -o precisamente por ello-, comprenderás que la realidad es esta: hay gente que sabe apreciarla, y llegar a un punto que se podría considerar el final -o el principio del final- del laberinto (o un falso final, etcétera), y hay otra que, por no poder asumir la frustración y no saber apreciar la belleza de cada una de las paredes, de las elecciones equivocadas, de los giros, y de todos los errores (cometidos por quien se adentra en el laberinto, no son fallos del laberinto en sí) , desiste al encontrarse en el primer camino sin salida.
    Sin intención de convertirnos a todos en un cuento de Borges, (la fantasía, cuanto más alejada de la realidad, más brilla), imagino que la actitud y los inconvenientes del que intenta encontrar a un esquizoide es esa.
    Claro que tal vez somos nosotros mismos los primeros perdidos en él, y quizá los que ya nos hemos sentado en cualquier parte -bien cerrada, íntima, eso sí- y hemos desistido de encontrar el fin (o la salida) incluso antes que el resto del mundo.
    La broma consiste en que siempre que nos levantamos, creemos que no volveremos a sentarnos, y siempre que nos sentamos, creemos que ya no nos levantaremos más.

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    1. Tengo mis dudas. Yo creo que ellas sí se fueron luego de comprobar que el frasco, que por fuera lucía en cierto nivel oscuramente atractivo (misterioso), en realidad estaba vacío. No me refiero a vacío de valor o de virtudes, sino de las expectativas (falsas) generadas en ellas a partir de un perfil que ellas imaginaron como misterioso. Tal vez creyeron que escondía una personalidad retorcida o maldita (lo misterioso por lo general, al menos en la ficción, es una antesala a una aventura negra, extraña, inquietante). Y ellas solo se encontraron con un tipo de trato plano, poco comunicativo, tal vez predecible y aburrido, muy lejos de las connotaciones misteriosas. La mención del laberinto me parece muy interesante, y sí estoy de acuerdo con que somos los primeros perdidos en él. Primero por la dificultad que imagino hemos tenido en llegar por fin a un diagnóstico que lo explicara todo, y luego porque ya diagnosticados, probablemente nunca terminemos de aprender a encontrar el final del laberinto en el que estamos metidos.

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    2. Vamos por la vida constantemente "acorazados" , por pura autodefensa : así es difícil que nos "entre" nadie. El misterio se disipa rápidamente y sólo nos ven "aburridos". Una tía, de todas formas, que necesite entretenimientos constantes no sirve realmente para nada a nadie. Era más práctico que se comprase un mono, que suelen ser divertidísimos, y no se empeñe en desentrañar ninguno de nuestros supuestos "misterios".

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    3. Concuerdo. Y es cierto aquello de que muchas mujeres, cuando les preguntan qué buscan en un hombre, responden que las hagan reír, que sean divertidos, etc.
      Y sí: que se compren un mono.

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  2. "...solo era una sombra tocada por una condición que casi nadie conoce y a la que a casi nadie le importa." ¡Qué cierto! Y qué triste.
    Cuando "caí del guindo" de todo este asunto, me llamó poderosamente la atención una reflexión de Mikel Martínez : nuestro teléfono nunca suena. Nadie llama jamás para preguntar qué tal estás. qué es de tu vida o cómo te encuentras. Cuatro trámites comerciales y pare Ud de contar.

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    1. Actualizando lo dicho por Mikel —pues los teléfonos suenan cada vez menos en general—, podríamos decir que no nos llueven solicitudes de amistad en Facebook, ni se escuchan señales de ingreso de algún mensaje por Whatsapp o SMS, y el número de seguidores en Instagram tal vez no pasen de un dígito; claro, en el caso de que tuviéramos una o más de estas aplicaciones.

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    2. ¿qué son las aplicaciones? ;-)

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    3. Son dispositivos que se instalan en los celulares u ordenadores para múltiples funciones, entre ellas las de mensajería.

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    4. Hola solitude , que tal, he leído un poco el blog y me siento identificado con esa forma de ser. Pues nada, te iba a comentar un poco. He cogido 4 dias libres en el trabajo, festivos, vivo en España, no se si eres español o de latinoamericana, y aunque me guste vivir solo, entre las navidades que se acercan y como todo ser humano, necesitamos relacionarnos aunque sea un poco, para poder ser felices, porque yo por mucho que disfrute cuando estoy solo, por ejemplo viendo el fútbol, dando un paseo por la montaña con el perro, en mi casa con el gato o leyendo en la tablet cosas de inversiones ( que aunque no tenga un sueldo muy alto, ahorro e invierto, a mucha gente le aburre o le parece un riesgo, a mi aparte de rentable, me gusta ) vengo mas feliz del trabajo cuando he tenido un buen día, con los compañeros, por un lado estas bien solo, pero por otro hay un vacío.
      He estado reflexionando, con la idea de buscar pareja, tengo 32 años, estuve con pareja 9 años, llevo 5 años sin pareja, y aunque la quería como a nadie he querido y a veces hecho en falta su compañía, la verdad es que estoy mejor solo, a falta solo de esa compañía. Pero bueno, yo creo que va a ser mejor seguir solo e intentar relacionarse lo que uno pueda.

      Pues nada, he dado con este blog y me han parecido tus comentarios de mucho sentido
      común, que para hablar poco, se te da muy bien escribir, yo es que soy mas de números :-).

      Un saludo.

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    5. Bienvenido a este club virtual de solitarios (esquizoides, evitativos, fóbicos sociales, introvertidos, tímidos, aspies y todos los que sienten la necesidad o el placer o la obligación de vivir solos). Y ya que mencionas las navidades, debo decir que es la época del año que más detesto, justamente porque surgen los compromisos familiares y perturban mi quietud. Espero que este año no me resulte tan incómodo. Saludos.

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    6. Hola, soy el del comentario anterior, ayer al escribir tuve una sensación buena, no se porqué , como de desahogo. He leído un poco mas el blog, parece que eres de latinoamérica, no? Encontraste trabajo ? Económicamente, es importante, si es posible, cuando se está trabajando, ahorrar y crearte un patrimonio, por si te quedas sin trabajo y para no depender ni de los políticos, ni de nadie.
      He leído que somos el 1% de la población, del mundo serían 70 millones. Has visto algún caso que sean el chico y la chica iguales ?

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    7. No he encontrado trabajo, ni lo he buscado porque me he abocado a cuidar a mi padre que está muy delicado de salud. Y lamentablemente hice una mala inversión con el dinero de mi liquidación, lo cual me tiene aún en una situación apremiante. Sobre lo del trastorno en hombres y mujeres, no tengo la certeza de que haya una mayor incidencia en alguno de los dos sexos. Sería interesante mirar un poco eso.

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    8. Siento lo de tu padre. No, me refería a una pareja.

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    9. Ah, bueno. Sobre ese punto tampoco he conocido casos. Pero presumo que una pareja de esquizoides sería prácticamente imposible, aunque siempre hay excepciones a la regla no?

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    10. Como pareja, yo también creo que no, porque se supone cada uno busca en el otro, lo que uno no tiene.

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    11. Exacto. Y si se diera el caso, creo que no duraría mucho tiempo.

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  3. Suscribo tus palabras, aunque discrepo en la parte final... Yo escondo mi mundo interior, posiblemente mas rico que el de muchos otros

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    1. Posiblemente, no. Seguro. Las cabezas andan últimamente "desatornillás" , como diría José Mota.

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  4. Yo creo que tiene logica que piensen que somos misteriosos. Y discrepo contigo en un punto: si que ocultamos algo a nosotros mismos.
    A veces conscientemente, otras insonscientemente.
    Muchas veces nos hacen comentarios para que reaccionemos de alguna manera y si no rraccionamos, nos comportsmos de manera misteriosa. Tampoco hablamos de nuestra vida o intereses. Podemos pasar años tratando a la misma persona y esa persona puede que no sepa ni donde vivimos, o que musica nos gusta. O que hacemos el resto del dia. Tambien somos misteriosos ahi. Pero coincido contigo en que una vez que dejamos que alguno descubra el misterio no encuentra mas que algo insustancial. Es decir, no tenemos propositos, ni planes a largo plazo. No tenemos ideas retorcidas ni somos una mente brillante inconprendida. Lo que fue misterio es simple apatia hacia nuestro entorno. Y lo que antes fascinacion o interes se convierte pronto en frustracion.
    Pero, seguimos siendo un misterio: porque no le gusta relacionarse? Pirque se msntiene al margen? Porque mantiene a los demas al margen?

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  5. Hace mucho que deje de interesarme en la opinión y clasificación de las personas, el comportamiento tranquilo, reservado y en calma representa una agresión para una sociedad, ruidosa, ansiosa y narcisista.

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  6. Existe un trastorno que se llama pasivo-agresivo, el cual tiene la particularidad de que las personas son extrovertidas y cariñosas en primera instancia para luego ser un símil de esquizoide cuando más los necesitas.
    En ese tipo de trastorno la apatía proviene de una emoción de rebeldía contra la opresión, una opresión que simplemente se produce al quedar a cierta hora o a demandar un cierto orden a dicha persona.
    Hay personas que confunden nuestra apatía con una forma de rechazo pasivo-agresivo por superioridad, cuando realmente nunca ha existido una conexión emocional por imposibilidad y el verdadero problema parte de la generación de unas expectativas provinientes de prejuicios por parte de ellos.

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