¿Qué sientes?
A lo largo de los casi cinco años de este blog, he tratado de vaciar mis sentimientos, emociones (o ausencia de emociones, más bien), recuerdos, temores. Mi pesimismo, mi ostracismo, mi tendencia a aislarme y reanudar, como siempre, ese juego de doble cara que tengo con la soledad. Ese amor/odio. Lo he intentado hacer, aunque tal vez de manera inorgánica y desordenada —haya sido como haya sido, tal vez todo esto es un sinsentido—, pero al menos lo he intentado, con la paradójica y retorcida «misión» de ventilar mis miserias esquizoides. Y vaya uno a saber por qué motivo decidí exponerlas, si mis días convencionales en este planeta se han caracterizado precisamente por todo lo contrario: ensayar siempre un retiro honroso de toda situación social, con el consecuente anquilosamiento de ese instinto gregario que me dejó abandonado en medio del desierto desde que tengo uso de razón.
No es mi intención, en esta nueva entrada, convertir el blog en un espacio interactivo. Sobre todo, sabiendo que muy probablemente la mayoría de lectores sea también esquizoide. Pero hoy se me presentó una inquietud vestida de curiosidad —porque está esa sensación muy humana de querer compararse con los demás—: querer saber qué fantasmas o demonios tienen ustedes. ¿Qué los atormenta? ¿Cuáles son sus miedos más frecuentes, como resultado de su calidad de esquizoides? ¿Qué les cuesta más hacer en la vida y qué es lo más valioso que han perdido —o nunca tenido— por ser lo que son? Seguimos con las preguntas: ¿Qué quisieron ser y no pudieron ser? ¿Cuáles son sus heridas de guerra? ¿Hay alguna manifestación psicosomática?
Yo tengo miedo. Ansiedad. Algo parecido a una parálisis crónica me agobia. Aunque, por exigencias de la vida, en estas últimas semanas me he visto obligado a moverme un poco, y vaya que he padecido. Pero si hay algo con lo que batallo día a día, es con el nerviosismo. Una vez, un médico me dijo que era un costal de nervios. Puedo entender por qué: es resultado proverbial de la ansiedad. La ansiedad generada principalmente por las demandas sociales. Si bien soy indiferente a las interacciones —es decir, me importan un cacahuate—, mi casi nula habilidad social hace que cada nueva experiencia que suponga contacto personal sea penosa. Digamos que por falta de «práctica». Cuando trabajaba, me veía forzado a interactuar. Me costaba igual un mundo, aunque terminara el día con un triunfo. Pero llevo buen tiempo desempleado y esa condición me ha vuelto a fojas cero. Y es como empezar de nuevo. Y empezar de nuevo con la desventaja de siempre: la de ser un elemento huidizo por naturaleza (o desnaturalización).
Yo tengo miedo. Ansiedad. Algo parecido a una parálisis crónica me agobia. Aunque, por exigencias de la vida, en estas últimas semanas me he visto obligado a moverme un poco, y vaya que he padecido. Pero si hay algo con lo que batallo día a día, es con el nerviosismo. Una vez, un médico me dijo que era un costal de nervios. Puedo entender por qué: es resultado proverbial de la ansiedad. La ansiedad generada principalmente por las demandas sociales. Si bien soy indiferente a las interacciones —es decir, me importan un cacahuate—, mi casi nula habilidad social hace que cada nueva experiencia que suponga contacto personal sea penosa. Digamos que por falta de «práctica». Cuando trabajaba, me veía forzado a interactuar. Me costaba igual un mundo, aunque terminara el día con un triunfo. Pero llevo buen tiempo desempleado y esa condición me ha vuelto a fojas cero. Y es como empezar de nuevo. Y empezar de nuevo con la desventaja de siempre: la de ser un elemento huidizo por naturaleza (o desnaturalización).
Hoy me siento como un esclavo israelita que fuga sin destino, el pecho sibilante, con los soldados egipcios respirándome en la nuca y el Mar Rojo por delante. Y no tengo adónde voltear. Es una sensación peculiar y algo distinta a como me siento normalmente. Porque ahora, como estoy obligado a ponerme en movimiento cada cuanto, tiendo a sentirme como si anduviera sobre suelo lodoso e inseguro. Y los nervios saltan y están de fiesta. Y es muy desalentador vivir presa de los nervios. La intranquilidad es un constante tropezar y un constante ir y venir, sin una base a la cual regresar luego de vagar por desiertos y calles oscuras y desoladas, habitadas por criaturas que acechan tras los muros de concreto. No hay paz. No hay sosiego. Hoy me inquieta demasiado esta mala sensación que se ha establecido en algún lugar dentro de mí. ¡Que Jehová abra el Mar Rojo!
Digan, pues, ustedes. Soy todo «oídos». Quiero saber si estoy solo en esto de morir de los nervios. Si soy el único que sale de casa en un estado de ansiedad galopante, mirando a los costados, como un animal paranoico. Si soy uno de pocos que, a cada paso, siente la necesidad de recogerlos hasta llegar al punto de partida. ¿O es que ustedes no sienten ansiedad, miedo, pánico o nada parecido? ¿Son los nervios marcas esquizoides o son solo mis fantasmas personales?
¿Cuál es tu peor sombra? ¿Tu peor piedra en el zapato? ¿Aquello que impide que seas libre y que vivas al menos tranquilamente?
¿Qué sientes?
Personalmente, le tengo miedo al miedo. Temo actuar mal en situaciones en las que tengo que ser valiente, y que los demás crean o sepan que tengo miedo.
ResponderEliminarMe preocupa también -aunque, sin duda alguna, en menor medida- que mi condición de esquizoide me impida lograr mis "sueños", mis metas (cabe añadir que todos mis sueños pueden conseguirse en absoluta soledad, pero temo que en algún momento, en algún escalón, sea necesaria la socialización y no pueda hacerlo).
Lo que más me cuesta es hacer lo que se supone que debo hacer; no entiendo por qué la vida no puede ser más primitiva. Aprecio mucho la cultura, y en cierta manera necesito la tecnología para hacer algunas cosas que me gustan hacer, pero no comprendo por qué tengo que hacer algo que no me gusta (trabajar en algo que me aburre, por ejemplo) sólo para poder sobrevivir. Casi que preferiría salir a cazar y defender mi cueva a punta de lanza. En resumen, lo que más me cuesta es participar en la civilización, ser un humano; preferiría ser otro animal (es decir, no ser humano), aunque no podría leer ni escribir (eso es lo único que me echa un poco para atrás en mi deseo de ser otro animal).
He perdido a mucha gente que podría haber tenido, he perdido la oportunidad de ayudar a gente, y de consolar a los que están tristes, pero no he perdido nada que yo necesite. Lo que necesito lo tengo; ser esquizoide nunca me ha impedido tener todo lo que necesito (quizá porque, precisamente por ser esquizoide, lo que no puedo conseguir -aunque considero que puedo conseguir todo lo que desee- coincide con lo que no necesito).
Por querer ser, quiero ser más solitario aún. Me gustaría vivir en la montaña, sin compañía humana, aunque sí compañía animal, y no tener que hacer nada más allá de lo que disfruto (leer, escribir, y ver series/películas).
¿Manifestación psicosomática? Soy una bomba. Me duele el pecho todo el día, no puedo respirar, mareos, palidez, incapacidad para comer, dolor de cabeza, dolor de ojos, somnolencia, tensión altísima o bajísima, dolores musculares, fatiga, intolerancia al calor (necesidad de frío intenso contínuamente; no calefacción, ventana abierta durante la noche), piel de las manos y de la cara escamada a consecuencia de la anterior necesidad, etc. Básicamente, no puedo levantarme de la cama sin sentir que voy a desmayarme.
Lo que me impide ser libre y vivir tranquilamente es aquella parte de la civilización, de la "comunidad humana", que reside en mi mente -sin duda es un intruso, no es una parte mía, sino una parte de los demás dentro de mí- que me dice "no lo hagas, no saltes".
¿Qué siento? Nada, por supuesto. Al menos no que yo sepa.
Te agradezco mucho; creo que es muy importante intentar conocer un poco más acerca de todo lo que supone ser esquizoide, los efectos y lo que produce en cada uno de nosotros. Es muy interesante comprobar similitudes y diferencias. Matices. Dentro de lo psicosomático olvidé mencionar taquicardias y, lo más grave, una presión arterial monstruosamente alta que solo logro controlar a medias con medicación. Y sí, es terrible ser humano entre otros humanos.
EliminarBueno si, somos miedosos, pk no estamos acostumbrados a socializar como el resto de humanos, con lo que al dia anterior a alguna cita, estes con dolor de barriga e imaginando las millones de posibilidades que puedes hacer para no cagarla. xD
ResponderEliminar¿Qué los atormenta? La falta de motivación. El sentir que no tengo energías como los demás. El sentirme completamente diferente. El notar que la mayoría de la gente es profundamente inepta, simplona, primaria, manipulable (tengo mucho del llamado orgullo esquizoide)... pero al mismo tiempo tienen una fuerza vital, la de sus emociones, que les permite disfrutar de la vida y lograr cosas que yo difícilmente podré. La aparente falta de sentido de mi existencia. El sentirme un error. ¿Cuáles son sus miedos más frecuentes, como resultado de su calidad de esquizoides? No hay un miedo principal. Recomiendo leer a Masterson, es la explicación más plausible y completa de las que he leído. Creo que vivimos con un permanente estado de "tensión", de ansiedad ante cualquier aproximación humana, ante lo que el llama la amenaza de ser esclavizado por el otro, que desencadena el exilio emocional. También tengo miedo a decepcionar mucho a otros y causarles dolor. De todos modos, he aprendido a limitar mucho ese miedo una vez he entendido el mecanismo. Es algo muy importante. Es como si me hubieran quitado de repente un gran peso de encima y viviese mucho más libre y relajado. PERO, cuando existe la amenaza de una aproximación emocional intensa (como una relación de pareja), siento pánico, terror. Es lo que he sentido las muy pocas veces en que una chica se ha interesado por mí, o he intentado abrirme un poco. Es algo primario y absurdo, no lo puedo controlar, es como si desatara un instinto de supervivencia ante una amenaza mortal, que me forzase a huir sí o sí. ¿Qué les cuesta más hacer en la vida y qué es lo más valioso que han perdido —o nunca tenido— por ser lo que son? Eso, tener alguna clase de contacto emocional. Todas mis relaciones son robóticas y superficiales, de imitación con los demás. He llegado a ser un actor lo bastante competente como para al menos poder vivir y tener un trabajo. Pero cualquier trato con otra persona desata una posición de alerta, y al tiempo un aburrimiento soporífero. No soporto al 95% de la gente. Seguimos con las preguntas: ¿Qué quisieron ser y no pudieron ser? Alguien admirado y/o respetado, y disfrutar de la vida, con familia y una contribución significativa al mundo. En todo caso, una vez asumido que soy esquizoide, me gustaría un trabajo que pudiese hacer en soledad y me diese dinero suficiente para vivir dignamente y tener tiempo libre. Supongo que no lo he logrado porque además de esquizoide soy bastante mediocre. ¿Cuáles son sus heridas de guerra? Cada batalla no ha hecho sino reforzar los muros de mi aislamiento, hacerlos más impenetrables. Es como un sistema de defensa perfecto. ¿Hay alguna manifestación psicosomática? Cifoescoliosis (por andar siempre encorvado hacia abajo) y tensión en cervicales. Por lo demás, estoy sano como una manzana.
ResponderEliminar¿O es que ustedes no sienten ansiedad, miedo, pánico o nada parecido? ¿Son los nervios marcas esquizoides o son solo mis fantasmas personales? Creo que lo he respondido antes. Si no los has leído, busca los libros de Masterson, a mí me fueron útiles para entender y controlar mejor el miedo y la ansiedad.
¿Cuál es tu peor sombra? ¿Tu peor piedra en el zapato? Una vez intenté abrirme a una chica fantástica, de la que creí que tenía también una condición (aunque no la misma que yo). Me equivoqué, hice mucho el ridículo, y ella reaccionó mal. Seguramente debería pedirle disculpas y explicarme, pero me temo que no serviría de nada y solo lo empeoraría. Otra vez, una chica intentó aproximarme a mí. No sé por qué, nunca me había pasado. Era fantástica, y de hecho había fantaseado con ella. Pero al cabo de un par de citas no sentí otra cosa más que tedio y pánico ante la posibilidad de compartir mi vida con alguien. Y también lástima por la vida que ella tendría conmigo. ¿Aquello que impide que seas libre y que vivas al menos tranquilamente? Vivo con bastante tranquilidad desde un tiempo a esta parte, una vez que he abandonado toda esperanza vana de ser normal y aceptado mi condición con sus pros (que los tiene y son importantes) y contras. Pero nunca puedes ser totalmente libre porque formas parte de un entorno que no podría entender cómo eres, de modo que tienes que adaptarte en mayor o menor medida a ello, y eso te limita.
ResponderEliminar¿Qué sientes? En general siento poco. El mecanismo de "exilio" que explica Masterson es algo automático que reduce inmediatamente casi cualquier emoción en intensidad y duración. PERO, en mi mundo interior siento más. Sobre todo con la música. Es mi sistema de supervivencia, equivale al mundo de fantasía de otros esquizoides. Creo que sin la música estaría muerto. En el mundo real mis sentimientos principales son los más primarios: miedo, hambre, atracción sexual... Es como si, de los tres cerebros de esa vieja teoría (1- El reptiliano, el más antiguo, que alberga el instinto de supervivencia, alimentación, reproducción... 2- El de las emociones, que compartimos con los mamíferos, y 3- El lógico, que nos permite pensar), el segundo estuviese apagado, y solo funcionasen los otros dos.
Buenas. Mi mayor miedo es que me descubran, que me conozcan. Y es un miedo razonable, imaginaos que se sepa que no disfruto de mis amigos, que no me inporta como esten o sua vidas, que no tolero a la gente y que no siento gran cosa hacia las personas.
ResponderEliminarSeria horrible.
Lo que he perdido y mas me ha importado? Yo misma. De pequeña y mas joven sufri mucho porque empezaba a ser distinta pero me negaba a cambiar. Si loa demas podian ser ellos mismos, por que no yo? Si ellos no se esforzaban por entenderme, por que habria de esforzarme en cambiar yo? Y a medida que crecia daba cuenta de que no funcionaba. Y me canse de nadar a contracorriente. Empece a leer libros de autoayuda y otros sobre personas y fui copiando las reacciones de los demas. Ahora tengo mas calma y seguridad. Consigo que los demas me den mi espacio sin rechazarme, pero siempre oigo esa vocecita que me dice que no es a mi a quien aceptan, sino al personaje que he creado. Y me da cierta tristeza que siendo ellos buenas personas y siendo yo tambien creo que buena persona, tenga que enterrar mi verdadero ser. Asi que si, siento que me he perdido a mi misma para sobrevivir.
Mi piedra en el zapato? Las relaciones. Conozco a la gente, me caen bien, pero de repente quieren ser mis amigos. No entienden porque no los quiero como amigos: he hecho algo malo? Te he defraudado? No te caigo bien?
Me preguntan. Y yo no se como salir sin hacerles daño. Lo que diga les dolera. Y pasa una y otra vez. Cuando encuentro a alguien que acepta mi distancia de seguridad, al cabo de unos años quiere romperla. Porque hay confianza. Nos conocemos. No? Y entonces yo me alejo enfadada. Con lo bien que iba todo ...