El hombre quieto de Queen

Estamos viviendo todo un hype alrededor de Queen, la legendaria banda británica de rock, debido al reciente estreno de Bohemian Rhapsody, una biopic enfocada principalmente en la figura de Freddie Mercury, el recordado frontman del grupo.

Confieso que no he ido a verla. Y que no pienso verla. Soy un fanático del rock. Además, old school. Un romántico de la música que aún compra material físico, sea en vinilos o CD, y que es muy celoso del espacio que la música ocupa en la cultura. El lugar de la música es la música. Ver a actores representando a músicos que uno ha seguido toda la vida me supera. Simplemente, no lo acepto. Si quiero ver la historia de una banda, para eso están los documentales. Pero esa es solo mi opinión, mi gusto; no pretendo pontificar ni influir en los demás. Y no critico a quienes han visto la cinta y les ha gustado.

Volviendo al inusitado resurgimiento de la popularidad de Queen, este no solo se ha visto reflejado en la masiva concurrencia a las salas cinematográficas, sino también en el gran aumento en el consumo de la música de la banda en plataformas de streaming como Spotify y en la gran cantidad de artículos que han aparecido en la red.

Una de estas notas llamó mi atención. Apareció en el portal Ultimate Classic Rock con el título de How John Deacon became Queen's silent recluse —Cómo John Deacon se convirtió en el silencioso recluso de Queen— (pueden leer el artículo en inglés en este enlace).

John Deacon era el bajista de la banda. Se notaba a leguas que era distinto a los otros tres integrantes, pues era perfil bajo —mientras sus compañeros eran siempre protagonistas—. Pero no sabíamos mucho más. La nota ofrece brochazos de la personalidad de Deacon. Y señala, por ejemplo, que, desde que abandonó la banda, perdió todo contacto con Brian May y Roger Taylor, guitarrista y baterista de Queen respectivamente. Pasó a un retiro absoluto; casi se lo tragó la tierra. 

El publicista de la banda ha dicho: «Solo está viviendo una vida privada». Brian May ha añadido: «Es su elección. Él no nos contacta». ¿Qué ha dicho Roger Taylor? «No he escuchado ni un chirrido de John —responde—. Ni un simple gruñido gutural».

Otros afirman que Deacon cayó en una honda depresión tras la muerte de Freddie Mercury. Y que eso hizo que su aislamiento fuese aún más pronunciado. 

El bajista sigue viviendo en una modesta casa en la localidad de Putney, donde junto con su esposa crio a seis hijos. 

Este retiro voluntario de John Deacon, sumado a sus características personales de hombre quieto, tranquilo, hace que me identifique plenamente con él. Y no es que él sea un esquizoide (no lo sabemos), pero establece puntos en común acerca de nuestra tendencia a huir del spotlight y forjar una existencia tranquila, lejos del ruido y la vocinglera humanidad. Empiezo a sentir afecto por este tipo, tal como me pasó con Syd Barrett, el atormentado genio creativo del primer Pink Floyd.

Sin embargo, lo que más atrajo mi atención de este artículo fue lo otro que dijo Roger Taylor: «No estamos en contacto, pero John es un sociópata, realmente...».

Creo que el término sociópata no es el adecuado. Si bien define un trastorno de socialización, debido al cual el individuo no puede adaptarse a ciertas reglas de convivencia con los demás y se aísla, implica además la posibilidad de que, impulsivamente, pueda actuar en contra de normas establecidas, llegando incluso a cometer graves delitos. Es lo que entiendo del término, de acuerdo a lo que he leído y conversado con mi hermano, que es psiquiatra. 

La sociopatía —también llamada trastorno antisocial— está ligada a gente a la que no le importa incomodar a los demás, ni siquiera violar los derechos de terceros con tal de obtener lo que quiere. Puede referirse, por ejemplo, a ese desadaptado que termina arrestado luego de cometer un violento crimen. Frecuentemente escuchamos testimonios de quienes lo conocen y que dicen que «era un hombre tranquilo, pasaba el tiempo metido en su casa, no se metía con nadie», cosas de ese tipo. Siempre he asociado ese término a gente que podríamos considerar peligrosa. Pero puede que esté equivocado.

Ahora bien, si uno de los rasgos más saltantes del sociópata es su aislamiento, me pregunto si los esquizoides estamos incluidos en ese grupo. ¿O es que únicamente compartimos esa característica, entre otras? Tarea para la casa.

Si Roger Taylor considera a John Deacon un sociópata, me pregunto cómo somos vistos los esquizoides.