Barrett

No sé cuántos esquizoides famosos hay. Dicen que Kafka era uno de ellos. Otros mencionan a Schopenhauer, Van Gogh y Hermann Hesse (su "Lobo estepario" da algunas señas de ello, aunque no está confirmado). Cuando me preguntan por algún otro, el primer famoso que se me viene a la cabeza hacía música y se vio forzado a desaparecer del ojo público, perseguido por sus propias sombras. Ignoro si era esquizoide (ya murió); pero sí me intriga y cada cuanto me hace volver a pensar en él, en cómo no pudo doblegar a sus fantasmas personales: antes de desaparecer, siguió haciendo música cada vez más extraña hasta terminar arrinconando la guitarra en el polvo y los versos en el olvido; luego pasó a vivir con su madre y a pintar cuadros de dudoso valor artístico. 

Ya saben (supongo) que hablo de Syd Barrett. El hombre que inició una de las bandas más grandes que haya dado la historia del rock: Pink Floyd. El tipo que extraía de su guitarra acordes sacados de otros mundos (o tal vez de su enmarañada cabeza). Y que incluso se hizo centro de la banda: era la primera voz. Si han leído algo sobre él, sabrán que luego del primer disco de Pink Floyd ("Piper at the Gates of Dawn", 1967), su mente empezó a viajar más por senderos oscuros. La genialidad de sus composiciones fue dejando paso a voces intrusas que le dictaban órdenes irracionales. Se fue haciendo cada vez más ausente, invisible. No era capaz de sostener las miradas de los fanáticos que lo veían ya como un tótem, como un héroe del rock lisérgico y psicodélico. Su luz se fue apagando, y él mismo iba desapareciendo de a pocos. Abandonaba ensayos. Le era cada vez más difícil coronar conciertos completos. En ocasiones, simplemente lo dejaba todo y se marchaba.

Ya para el segundo disco de Pink Floyd ("A Saucerful of Secrets", 1968), solo dos canciones suyas aparecieron en él. Y Barrett ya había sido reemplazado por David Gilmour. Bien, no pienso hacer de estas líneas una biografía de este hombre, pues necesitaría todas las páginas de un libro. Solo quería pensar en Syd Barrett en voz alta, como un posible esquizoide. Uno de los nuestros. No lo tengo muy seguro, pero tengo mis sospechas, sobre todo por su renuencia a rodearse de gente, al punto de aislarse de manera absoluta. Y siempre, de cuando en cuando, pienso en él. Pienso en Barrett con algo de conmiseración y con mucha simpatía. Haya sido o no esquizoide, lo siento como uno de nosotros.

Comentarios

  1. En tu lista inicial, a mi parecer, faltan dos, notables. El primero Sir Isaac Newton, tan sobradamente conocido que cualquier cosa que se diga es redundante. El segundo, "nuestro" querido Pío Baroja. En este caso, no hay que hacer ninguna labor de investigación ardua. Sus memorias, "Desde la última vuelta del camino", son un manual de esquizoidia práctica : se leen del tirón... y todo "te suena". Normal : te estás mirando en un espejo. No creo que mucha gente haya caído en esto. En fin, ahí lo dejo.
    PD.- Me ha gustado mucho esta entrada. La anterior, la de marzo, era tan... émouvante, que no me atreví a comentar nada. Cuídate mucho. Y sigue con estos posts.

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  2. Gracias (Héctor y Nihil) por sus comentarios. Volví hoy con un nuevo post, luego de un par de meses.

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  3. Paul Dirac

    https://www.youtube.com/watch?v=YfYon2WdR40

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