Ruidosa felicidad


Si hay algo que doblega absolutamente mi hipotético estado de paz, eso es lo que llamo ruidosa felicidad. Esa atmósfera de algarabía extrema que puede ocurrir en cualquier momento y lugar, y que establece un quiebre total respecto de mi siempre anhelada tranquilidad. 

Si bien puede explotar —como dije— en cualquier momento y lugar, es más factible que se dé en ambientes que la hacen más propicia: reuniones sociales, fiestas, celebraciones, eventos musicales o deportivos, etc. 

¿Por qué me molesta tanto la ruidosa felicidad? Precisamente por eso: por ser ruidosa. No puedo con las sonoras carcajadas; odio con toda el alma el ulular enfermizo que suena más o menos así: «¡Wuuuuuuu!» o su variante «¡wuhuuuu!»; me enferma cuando las risas exceden en volumen y cantidad a las palabras que se dicen en ese mismo instante. Es como si la gente no tuviera capacidad de diálogo y se viera obligada a cubrir los vacíos con el estruendo de unas risas desatadas. Abominable. 

No pretendo que todo sea seriedad. Pero todo tiene un límite. Y el mío se ve severamente afectado cuando lo que empezó como algo moderadamente festivo se vuelve un alborozo incontrolable. Porque hay un punto de quiebre que uno nota cuando ya no hay nada que detenga el torrente de ruidos y risas desbocadas. Toda palabra pierde su perfil semántico y se convierte en una mera muletilla de confirmación de que todo es un caos irremediable. Todo orden o intento de orden muere irremisiblemente entre voces altisonantes, manifestaciones de estrepitosa alegría y una regresión a la edad infantil o, al menos, a una proverbial sensación de inmadurez generalizada. Es cuando los adultos se convierten en niños bobos y sus acciones en celebrada ridiculez.

Qué lejos me siento del ser humano cada vez que explota la ruidosa felicidad. Me siento un marciano, un ente que no cabe entre esos pliegues de jocosidad. Siento que no nací para nada de esto, y que jamás podría siquiera sentir un minúsculo porcentaje de toda esa montaña de felicidad. Y aunque sé que mucho de esa ruidosa felicidad es solo una mera convención para sostener lazos de afinidad o amistad —hay mucho de hipocresía y doble cara, también, en esas risotadas insoportables—, entiendo que les sirve y a mí no. Nunca. Mi reacción inmediata es la huida. No podría acoplarme a la comparsa ni en cien años: tendría que volver a nacer. A más ruido, mayor incomodidad. Y no por una cuestión de meros decibeles, sino por lo invasivo que es: no tengo por qué tragarme tus risas... tu felicidad no es la mía.

Probablemente soy un amargado, producto de mi temperamento melancólico, pero no puedo luchar contra eso. La ruidosa felicidad es una batalla perdida de antemano; y tampoco deseo ponerme a prueba. Solo evitarla (lo más que pueda). No exponerme a atmósferas de exagerada efusividad. Mantenerme al margen de toda situación que, posiblemente, tenga indicios de invadir mi espacio personal y mi tolerancia. A veces, sin embargo, es inevitable, pues puede surgir sin previo aviso y en situaciones que uno no veía venir. 

De todos modos, siempre que ocurra, uno tiene la libertad de reaccionar de acuerdo con sus moldes: largarse de ahí dando un portazo o con pasos sigilosos. Como sea, pero esfumarse, desaparecer. Ir en busca de la refrescante e inigualable sensación de estar solo, con un libro en las manos y buena música de fondo. 

Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo. Aunque quizás cambiaria ruidosa por falsa. Estos situaciones son las que yo califico de "alto riesgo". Tengo comprobado que tengo lo que yo llamo un "límite de sociabilidad", pasado este límite debo desaparecer... Siempre que voy a una fiesta o donde sea tengo que tener medios propios para huir pasado este límite... cuando empiezo a llegar a este límite noto como los huesos de la mandíbula se me tensan, se me desencaja un poco..... cada vez me cuesta mas tener la máscara y simular ser sociable, me pongo tengo... mis repuestas empiezan a ser cada vez mas sárcasticas, irónicas e hirientes.. voy a la yugular.... y creo que si se mezcla el alcohol, esta violencia verbal podría convertirse en física, quien sabe.... Me ha pasado pocas veces en la vida, pero recuerdo ir a una fiesta con unos amigos, no en mi coche, en un sitio apartado sin transporte público, sin taxis...no conocía a nadie, era gente con la que no tenia nada en común, aguantar un buen rato.... pero estaba a punto de soltar verdad rollo : "No te lo tomes mal, pero lo que me estás contando no me importa un carajo.. como me imagino que no te importa lo que cuento yo... de hecho esta fiesta es como una gran mier...y lo que dices son estupideces, no hace la menor gracia" .. Por suerte nos fuimos unos minutos antes de llegar a Decon1. Si alguna vez he acabado en alguna discoteca con música de esa que considero estúpida (poco a pasado pero quizás 1 o 2 veces en la vida ha pasado) me asaltan pensamientos violentos... como agarrar una AK47 y no dejar a nadie vivo :-)... Sin embargo hay fiestas donde estoy como pez en el agua y disfruto como un enano... Aquí no falto nunca, horas y horas de música, solo pero acompañado, bailando sin tener que interactuar con nadie, sin interactuar ni escuchar estupideces... me pasaria la eternidad allí bailando con mis cervezas :-) https://www.youtube.com/watch?v=fKPzXnuUDfQ
    Un saludo

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    1. Concedo lo de falsa. Reitero que hay mucho de hipocresía cuando todo se vuelve exagerado. Y es que ellos también actúan —faltaba más—. Detrás de sus risotadas postizas hay una serie de intereses, que pueden ser quedar bien, buscar aprobación, ligarse a la chica que les gusta o cualquier otro objetivo soterrado y camuflado de alegría intensa. Y sí: uno conoce sus límites. Como dices, cuando uno ve que se acerca ese momento de alto riesgo, lo más sano es zafar de ahí. De lo contrario, podríamos terminar en un desenlace de conflicto y un mal rato no deseado. Saludos.

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  2. Lo más interesante en esas ocasiones es irte a hablar con alguien, a solas, a un lugar apartado desde el que se oiga la música a lo lejos, sabiendo que hay una fiesta en la que no tienes que participar, y poder tratar cualquier tema interesante que surja de manera sincera y sin prisa.

    De hecho, diría que ese es el momento en el que ocurre todo lo interesante. Supongo que el baile, las conversaciones cortadas por la música (en las que tienes que fingir que oyes lo que te cuentan, aunque la comunicación sea imposible), el alcohol y ese juego que consiste en crear y destruir grupos, en ir de un lado a otro e ir dejando atrás ese ancla que suponen las personas con las que estabas hablando para ir a por las siguientes, son solo el aperitivo.
    A veces, lo divertido de hacer ciertas cosas es saber que todo es un paso previo a algo más, como esa sensación que puedes tener en la infancia la noche antes de ir al parque de atracciones.
    Ese paso previo que tienen todas las cosas esenciales, ese sabor de algo que todavía no has probado causado por la imaginación, y que muchas veces es aún mejor que lo que termina ocurriendo.

    Por supuesto, no disfruto de las fiestas. Pero tampoco está mal hacer de abogado del diablo de vez en cuando.

    En los libros y en las películas, sin embargo, adquieren otro aire, como sería el
    caso de "Dazed and confused". A pesar de sus defectos y su simpleza, o precisamente por ello, tienen cierto encanto.

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    1. Hasta hace 10 o 15 años podría haber soportado todo eso que es, como dices, "previo a algo más". De hecho lo hice no una, sino varias veces, y fue insufrible. Hoy ya ni me interesa ese "algo más", pues en el pasado no me gratificó tanto como para que esos previos finalmente valieran la pena. Mucho costo para tan poca gratificación. Pero, sin duda, habrá gente siempre dispuesta a ello.

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  3. A mi me pasa algo parecido a Qwerty.
    Tengo un limite. Y si lo sobrepaso me empiezo a poner nerviosa. Me frustro y me enfado. Con todo. Con ellos. Conmigo. Con sus risas, preguntas, silencios. No aguanto. Y se me empiezan a escapar comentarios secos o impacientes. Me tengo que levantar. Hacer algo. Lo suelo compensar ayudando mucho si es una reunion. O fingiendo que bebo o miro o bailo si es una discoteca.
    Cosas que no me obliguen a centrsrme en la gente.
    Pero llegados a las 3 o 4 horas se acabo la paciencia y me retiro.
    No bebo apenas. Una vez bebi mas de la cuenta, sl principio. Beber hace que pierda la paciencia. Recuerdo que simplemente me empece a enfadar por estar ahi , en un sitio que no me gustaba, aburrida, con gente que pese a que me gustaba, llevaba ya tantas horas con ellos ( 3 o 4) que dejaron de gustarme hacia rato. Y me estrese mucho. Al punto de girsrme en medio de mis amigos, coger el bolso, llamar a un taxi y largarme. Se quedaron de piedra . Y no he vuelto a emborracharme. No me conviene. Tumba mi pared.

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    1. Tres o cuatro horas es bastante. Mi desgaste se inicia desde la primera hora de 'socializar' (si cabe el término). Máximo soporto dos horas. Creo que en todo ese tiempo ya se dijo todo lo que se tenía que decir; lo que queda son cenizas o en todo caso temas insustanciales.

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    2. a mi también me parece una eternidad.... 1 o 2....como máximo

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  4. Totalmente de acuerdo. Hay un límite de tiempo para aguantar a la gente, si es una reunión con muchas personas; sus conversaciones, chistes... ni ahí llego a las tres o cuatro horas. Huyo o me escabullo en el exterior del salón, si es que tengo la suerte de que haya un jardín, por ejemplo. Necesito aire. A decir verdad, en los últimos años he evitado concurrir a tales eventos. Saludos!

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    1. Es curioso cómo vamos optando por descartar actividades o situaciones que de más chicos resultaban de alguna manera 'obligatorias'. A algunos nos enseñaron a 'afrontar' situaciones que nos parecían demasiado incómodas. Creo que por eso siempre odié la etapa de infancia, por no poder zafar y tener que cumplir, guiado por mis bienintencionados padres.

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    2. Cierto. Hoy en dia vivo sola, desde hace un año y medio. Mientras vivia con mis padres me pasaba el dia en el cuarto encerrada. Muchas veces mis padres comentaban que no sabian si estaba dentro o fuera de casa. O el eterno comentario de que veisn mas a mi hermano que vivia fuera que a mi.
      Ahora pues, vivo sola, y mi casa es mi refugio. Ha venido gente a comer o a tomar cafe, pero solo 3 o 4 veces en este año y medio. Cuando quedo es fuera. Me siento incomoda con gente en mi hogar. Ya que es la primera vez que he sentido esa palabra: Hogar
      Es la primera vez que en vez de quedarme en el coche 20 minutos pars reponer energias antes de entrar en casa tengo ganas de entrar directamente. Entro y suspiro, y me lleno de tranquilidad.
      Mis padres no lo entienden. E insisten a menudo en que meta a alguien a vivir conmigo. Es que invite a mas gente, mas veces. Pero como tu has dichox al ser adultos podemos imponer nuestra propia voluntad en nuestra vida.

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    3. Nada como el hogar de uno. Espacio vital. No invito a gente a mi espacio. No podría soportar invitados por más de cierto tiempo límite. Luego tendría que fraguar alguna excusa (probablemente poco creíble) para que se marchen.

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    4. "Espacio vital". Hablamos el mismo idioma. Me sorprende (y en cierta forma me alivia) el saber que hay otros seres que sienten y actúan como yo. Aunque seamos el 1% de la población (seguramente somos más, hay gente sin diagnosticar). Para cuándo otro post, Solitude?

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    5. Solitude, tenés otro espacio donde pueda comunicarme con vos? Gracias.

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    6. Espero escribir otro post en breve.
      El otro espacio que tengo es en Twitter. No sé si tienes cuenta ahí. Estoy como @Solitude_7. O también puedes buscarme como SchizoidMan. Podemos comunicarnos por ahí, por mensaje directo. Si no tienes cuenta en Twitter, veré la posibilidad de abrir una casilla de correo electrónico. Saludos.

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    7. Qué bien, te leeremos en tu nuevo post. No tengo cuenta en esa red. Saludos!

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    8. Hola, no importa. Acabo de abrir una casilla: Solitude_7@yahoo.com. Saludos.

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    9. Gracias, Solitude.

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    10. @Anónimo, así es. Yo mismo nunca he sido diagnosticado. Nunca he ido a un psicólogo ni nada similar

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  5. Aquí una chica latina se queja de la poca vida social que hay en los paises del norte de EU, como Holanda.. como español que emigré a esos paises, precisamente esto fué mi salvación :-) https://www.youtube.com/watch?v=KRqJEvwSE5U

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    1. Holanda ES el lugar entonces. Lo que la chica extrañaba es de lo que yo salgo corriendo.

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